Algunas cosas

Ufff… ya es como que lo abandono este blog, pero no! Vamos a darle un poco de vida, contando lo que no va en el otro…

No les pasa a veces que cuando andan a mil, recorriendo, dando vueltas de acá para allá, sin tiempo para dedicarse a solo relajarse llega un punto donde… estallan? Bueno, eso pasa también en los viajes. Pero no estallar mal, no me refiero a eso, no se malinterprete. Me refiero a necesitar un momento de soledad, algo de nuestra propia compañía y un librito.

Bueno, como en los hostels hay demasiada gente, llega un punto donde una se ve con ganas de aislarse un poco. Mas yo que venía de dar vueltas por todos lados, lejos de casita que a veces se extraña (again, no me quejo, ni quiero volver jejejejeje, pero la rutina también se extraña un poco). Entonces, cansada y al borde de quemarme el cerebro, agarre un libro y me fui a la playa. A la Barceloneta. Ni que decir, que fue una decisión de 10. Pase un par de horas mirando al mar, leí mucho, volví a detener un poco la mente (que trabaja a mil todo el tiempo no solo para absorber toda la información que hay sino para socializar, entender, divertirse…todo) y luego, ya tranquila, volví bajo la lluvia o tormenta que se había desatado al hostel, para pasar el último ratito de Barcelona que me quedaba.

Probablemente no tenga ni tiempo ni ganas de hacer doble blog, por lo cual, los invito a